La percepción del efecto del estrés es más peligrosa que el estrés mismo.
Esta idea la defiende Kelly McGonigal, psicóloga de la Universidad de Stanford, basándose en el seguimiento de 30000 adultos a lo largo de 8 años. La primera conclusión es del todo previsible: un nivel alto de estrés se asocia a un mayor riesgo de muerte a lo largo del periodo analizado (un 43% entre aquellos que se declaraban más estresados.) Pero el estudio demuestra otro hecho más sorprendente: los que no consideran el estrés como dañino para la salud tienen efectivamente menos efecto dañino.
Así, las personas que padecen estrés pueden adoptar dos estrategias para prevenir sus efectos adversos:
Cambio de “chip”
Una estrategia sería la reestructuración cognitiva. Ver el estrés cómo una respuesta adaptativa y útil para lograr objetivos sería un factor de protección.
Cuando cambias tu opinión sobre el estrés, puedes cambiar la respuesta de tu cuerpo ante el estrés En un estudio, cuando los participantes consideraban su estrés como una respuesta útil, sus vasos sanguíneos permanecían relajados. Su corazón seguía bombeando fuerte, pero este es un perfil cardiovascular mucho más saludable. De hecho, se parece a lo que ocurre en momentos de alegría y coraje.” (Kelly McGonigal)
Cuando la oxitocina se libera en la respuesta de estrés, te está motivando a buscar apoyo. Tu respuesta biológica al estrés te está impulsando a decirle a alguien cómo te sientes, en vez de esconder tus sentimientos. Cuando la vida es difícil, tu respuesta de estrés quiere que estés rodeado por gente que se preocupa de ti (…) encuentro esto sorprendente, que la respuesta de estrés tiene su propio mecanismo integrado de resiliencia, y ese mecanismo es la conexión humana.”
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